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¿La saliva es un buen lubricante?

saliva

Seguro que todos alguna vez (o más de alguna vez) habéis usado la saliva como lubricante cuando no había otra cosa a mano para no perder el tiempo e ir directos al asunto. Entendemos que en cierta manera puede parecer una buena opción: sirve para humedecer, es deslizante, la tenemos siempre a mano y se puede aplicar mediante sexo oral… Además, en el referente sexual más habitual de muchos, el porno, el uso de la saliva para lubricar antes de la penetración es de lo más extendido. Pero, en resumidas cuentas, si nos preguntáis si la saliva es un buen lubricante para las relaciones sexuales… La respuesta es no.

Es habitual pensar que la saliva nos puede salvar de un aprieto cuando no tenemos otra cosa, pero no es una opción muy recomendable, y la explicación de porqué es sencilla. La saliva está formada por un 98% de agua, y aunque en un principio nos parezca que humedece, se seca rápidamente y no se consigue el efecto lubricante que necesitamos. Para que esta fuera una opción de lubricación adecuada, necesitaríamos una gran cantidad de este fluido y aplicarlo continuamente. Sin embargo, a menos que estemos en la ducha o en la bañera y usemos agua, con la saliva es imposible mantener la humedad necesaria, y usándola solo conseguiremos producir más fricciones, roces e irritaciones, algo que puede resultar muy desagradable en las zonas íntimas.

La saliva se seca rápidamente y puede producir roces e irritaciones

Y no solo eso. El uso de este fluido como lubricante también está contraindicado por un motivo de prevención de enfermedades e infecciones de transmisión sexual. En la saliva hay millones de bacterias que, aunque generalmente no son dañinas para el organismo, pueden contener algún tipo de virus como el que causa el herpes labial, y al estar en contacto con las zonas íntimas puede provocar herpes genital.

Seguro que muchos os estaréis preguntando «pero entonces, ¿se supone que tampoco se podría tener sexo oral?» Pues lo cierto es que con el sexo oral también hay cierto riesgo de contagio de ITS y en caso de tener, por ejemplo, herpes labial, sería necesario usar protección. Sin embargo, la diferencia está en que en el sexo oral el uso de la saliva es externo, y durante el sexo es interno. Además, también entra en juego el factor que comentábamos antes de que el uso de saliva puede provocar irritaciones y roces que pueden abrir pequeñas heridas que propician este tipo de infecciones.

Nada funciona mejor para lubricar que un lubricante

En cualquier caso, nada funciona tan bien para lubricar como un lubricante. Así de fácil. Según el uso que tengamos que hacer de él (juguetes sexuales, penetración anal, penetración vaginal) será más adecuado usar un tipo de lubricante u otro. Lo más habitual es recomendar lubricantes a base de agua, ya que son ideales para cada ocasión, pero si habitualmente las relaciones que tenéis son anales, igual os interesan más los lubricantes de silicona, ya que mantienen la lubricación durante más tiempo. Para la penetración vaginal, debido a la propia lubricación de la vagina e incluso del preservativo, que suelen venir lubrificados, es posible que no necesitemos nada más.