Hoy te contamos 3 consejos para estimular los labios vaginales y conseguir más placer.
Es posible que los labios vaginales externos de tu pareja no sean tan sensibles como el resto de sus partes, y eso significa que es un lugar excelente para comenzar cuando estás calentando para un orgasmo.
Muchas veces, por querer ir muy rápido, simplemente se comienza a estimular la vagina sin tener en cuenta que hay otras zonas muy cercanas que, si se tocan antes, pueden despertar un placer intenso.
Tal es el caso del área que está encima del hueso púbico, conocida como “montículo”, un tejido graso donde crece gran parte del vello genital. Cuando se acaricia un poco esa zona, se puede estimular indirectamente el clítoris.
Lo ideal es que cuando os estéis acariciándo mutuamente, se deslice una mano hacia la vagina, pasando suavemente los dedos sobre los labios y haciendo movimientos en toda la zona, presionando ligeramente, pero sin meter los dedos en el orificio vaginal. Esto facilita el flujo sanguíneo e inicia el proceso de excitación. Por ejemplo puedes acompañar este masaje con un aceite para hacer la experiencia más excitante.
Las 3 claves que nunca fallan:
Caricias suaves: Usa tus dedos para acariciar los labios vaginales con movimientos suaves y delicados. Puedes explorar toda la zona, desde la parte exterior hasta la entrada de la vagina. No tengas prisa, disfruta de estos momentos previos para ir entrando en situación y de esta forma alargar el placer.
Sexo oral: Una de las prácticas estrella es el sexo oral. Utiliza tu lengua para acariciarlos con movimientos suaves y circulares. Puedes alternar con caricias más suaves y más intensas o combinarlo con estimulación del clítoris.
Masaje con lubricante: Aplica una pequeña cantidad de lubricante en los labios vaginales y utiliza tus manos para masajearlos. Puedes experimentar con diferentes movimientos. Si quieres subir a otro nivel hay otro tipo de productos que tienen funciones más allá de la pura lubricación, como las cremas o geles estimulantes.
Los geles estimulantes son, como su nombre indica, geles que se utilizan durante las relaciones sexuales para experimentar diferentes efectos y sensaciones del tacto, el olfato, el sabor… según el tipo de crema que se esté utilizando.
Existen infinitos tipos de cremas estimulantes, cada una con sus efectos. Por ejemplo, existen cremas estimulantes con efecto vibración, para experimentar un placentero temblor en la zona donde se aplica. También las hay con efecto calor y frío, para calentar o enfriar ciertas zonas del cuerpo, y con sabores y comestibles, para llevar la experiencia sensorial más allá y poder saborear a tu pareja literalmente.
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