¿Cómo mejorar los orgasmos con la práctica del edging?

¿Cómo mejorar los orgasmos con la práctica del edging?

La eficiencia y velocidad están a la orden del día en gran parte de los ámbitos de nuestra vida. Se premia al que acaba antes las tareas en el trabajo, los envíos express, lo instantáneo, lo inmediato.

¿Dónde ha quedado el arte de esperar, de hacer las cosas poco a poco, de disfrutar del proceso y ser pacientes esperando un final deseado?

De todo esto trata el edging. Una práctica en la que no buscamos acabar deprisa en un orgasmo mediocre, sino que queremos disfrutar del proceso alargando la culminación final en un momento de éxtasis increíble.

¿Qué es el edging?

Si nos ponemos más prácticos, la traducción de edging viene de la palabra en inglés “edge” y significa “límite” o “borde”. Más concretamente, cuando hablamos de edging en una práctica sexual nos referimos a llevar a nuestro cuerpo a un clímax pre orgásmico, parando justo antes de llegar, para volver a empezar y repetir el proceso parando de nuevo justo antes de llegar al orgasmo.

Cada vez que repetimos este proceso provocamos que llegue más riego sanguíneo a las zonas genitales, dando un mayor placer y sensaciones más intensas.

 ¿Edging en solitario o en pareja?

En solitario: puede ser una muy buena manera de descubrir mejor tu cuerpo. Aprovecha para acariciarte en zonas que no habías explorado antes, utiliza juguetes sexuales para estimularte y conoce tus propios límites. Esto te ayudará a conocerte mejor y saber cuándo acelerar y cuándo parar a tiempo. Y si te pasas de frenada y en algunos de tus edgings acabas en un orgasmo, no te frustres. Disfruta de la sensación y piensa que puedes repetir la experiencia siempre que quieras.

En pareja: puede ser una gran forma de conoceros mejor y explorar nuevos territorios. Retrasando vuestros orgasmos descubriréis con mayor profundidad el cuerpo de la otra persona, generaréis mayor confianza y disfrutaréis de un mayor tiempo de placer.

5 consejos para practicar el edging

  • Busca un momento para ti, en el que disfrutar sin tener que estar pendiente del reloj. Si lo que queremos es retrasar el orgasmo no puedes estar pendiente de acabar.
  • En el momento en el que sientas que el orgasmo está llamando a tu puerta deja de masturbarte y acaricia otra parte de tu cuerpo. Es importante “distraer la atención” del orgasmo para poder continuar.
  • Cuando sientas que esta sensación orgásmica se va desvaneciendo vuelve a estimular tu zona genital.
  • Céntrate en disfrutar del proceso. Cuando practicamos el edging no tenemos el foco en el orgasmo final, sino en disfrutar de todas las sensaciones del proceso.
  • Si quieres practicarlo en pareja la comunicación es vital. Debes explicar cómo te sientes en cada momento, cuando subir o bajar la intensidad, para poder disfrutar de una buena práctica. Te dejamos algunas ideas de posturas sexuales para practicar.

Beneficios del edging

  • Ayuda a conocer mejor tu cuerpo evitando, por ejemplo, la eyaculación precoz.  
  • Permite introducir juguetes eróticos para hacer la práctica más dinámica y divertida.
  • Mejora la monotonía con la pareja y permite romper con la rutina.
  • Te hará disfrutar de la práctica durante un tiempo más prolongado.
  • Tendrás unas sensaciones orgásmicas y post orgásmicas más intensas.