Posturas sexuales

El Kamasutra de Sex Toys Center: Misionero invertido

El Kamasutra de Sex Toys Center: Misionero invertido

El misionero invertido es una versión moderna y sensual de la postura más tradicional del Kamasutra. Lo que hace especial a esta posición es el intercambio de roles: quien normalmente está abajo pasa a estar arriba, tomando el control del ritmo y la profundidad.

Además de ofrecer una perspectiva distinta, esta variación potencia la intimidad, el contacto visual y la conexión emocional entre ambos. Si buscas una forma diferente de disfrutar el sexo con tu pareja, el misionero invertido es una apuesta segura: cómoda, apasionada y perfecta para explorar nuevas sensaciones sin complicaciones.


¿Cuál es la posición del misionero invertido?

En el misionero clásico, la persona penetrante está arriba, y la persona receptiva se tumba boca arriba.
En el misionero invertido, los papeles se cambian:

  • La persona que suele estar abajo se coloca encima, mirando hacia su pareja.
  • Ambos quedan mirándose, manteniendo el contacto visual y físico.

Esta postura no solo invierte el control, sino que también modifica los ángulos de penetración, ofreciendo una experiencia más intensa, profunda y personalizable.

 

Cómo hacer el misionero invertido.

  • Preparad el ambiente. 

Cread una atmósfera íntima y relajada. Puedes encender velas aromáticas, poner música suave o lencería sensual.  Un entorno cómodo ayuda a disfrutar plenamente de la experiencia.

  • Posición inicial.
    • La persona penetrante se acuesta boca arriba, con las piernas ligeramente abiertas.
    • La otra persona se coloca encima, orientada hacia el o ella.
    • Las manos pueden apoyarse en el pecho o en la cama para mantener el equilibrio.
  • Movimiento y ritmo.

La persona de arriba controla el ritmo, la profundidad y el ángulo. Puede moverse con movimientos ondulantes o circulares de cadera, inclinándose hacia adelante o atrás para variar la estimulación.

  • Comunicación y conexión.

Hablad durante el proceso. Ajustar el ritmo o el ángulo es clave para que ambos os sintáis cómodos. Aprovechad la cercanía para mantener contacto visual, besos y caricias. Esa conexión emocional intensifica el placer.

  • Postura y apoyo.

Colocar una almohada bajo las caderas de la persona que está abajo puede elevar la pelvis y mejorar el ángulo de penetración. Así, el movimiento será más fluido y placentero para ambos.

 

Variaciones para probar y disfrutar aún más. 

  • Misionero invertido suave.

Ideal para quienes lo prueban por primera vez. La persona de arriba se mueve lentamente, explorando la conexión visual y las sensaciones del cuerpo.

  • Misionero invertido dinámico.

Perfecto para quienes buscan más intensidad. Ambos pueden colaborar en el movimiento, alternando entre ritmos lentos y rápidos, o mezclando movimientos circulares con empujes suaves.

  • Misionero invertido elevado.

Coloca una almohada o cojín grande debajo de las caderas de quien está abajo. Esto cambia el ángulo y permite una penetración más profunda y estimulante.

  • Misionero invertido con accesorios.

Utilizar juguetes sexuales como un vibrador para clítoris, vendas para los ojos o aceites de masaje pueden añadir un plus a la experiencia.

 

Beneficios del misionero invertido.

  • Mayor control y empoderamiento.

La persona que está arriba controla el ritmo, el ángulo y la profundidad. Esto puede ser muy estimulante y empoderador, especialmente si suele ocupar el rol pasivo.

  • Conexión emocional intensa.

El contacto visual directo y la cercanía corporal crean una sensación de intimidad profunda. Es una postura ideal para fortalecer la confianza y la complicidad.

  • Estimulación personalizada.

El nuevo ángulo de penetración puede estimular zonas diferentes —como el punto G o la base del pene—, aumentando el placer de forma natural.

  • Variedad y novedad.

Cambiar roles rompe la rutina sexual y añade un toque de diversión y curiosidad a la relación.

 

Consejos para disfrutar al máximo.

  • Hablad sin tabúes: La comunicación es la clave para que ambos os sintáis cómodos y satisfechos.
  • Usad lubricante: Mejora la suavidad del movimiento y reduce la fricción.
  • No tengáis prisa: El misionero invertido se disfruta mejor con ritmo pausado y movimientos sensuales.
  • Añadid variedad: Juguetes, cambios de ángulo o ritmos diferentes pueden hacer la experiencia aún más intensa.
  • Mantened el contacto: Las caricias, los besos y la respiración sincronizada hacen que la conexión sea mucho más profunda.

 


 

El misionero invertido es mucho más que una simple variación de la postura clásica: es una oportunidad para renovar la pasión, explorar nuevas sensaciones y fortalecer el vínculo emocional.

Intercambiar los roles puede cambiar por completo la dinámica sexual, potenciando el deseo y la complicidad. Así que si lo que buscáis es algo diferente, íntimo y placentero, esta postura merece un lugar destacado en tu repertorio del Kamasutra.