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¿Ejercicios Kegel para hombres? ¡Descubre todos sus beneficios!

kegel hombres

Tanto en nuestras redes sociales como en blog, muchas veces os hemos comentado la gran importancia que tienen los ejercicios Kegel para las mujeres, así como todos los beneficios que conllevan, pero… ¿Y los hombres qué? ¿Sabías que también existen los ejercicios Kegel para hombres? ¡El suelo pélvico masculino también merece ser cuidado! Y, además, hacerlo conlleva múltiples beneficios de los que seguro que no tenías ni idea…

Cuando hablamos de suelo pélvico, es un error habitual pensar en el suelo pélvico femenino, cuando lo cierto es que en los hombres también cumple un papel muy importante en su vida diaria. Por este motivo, debemos prestar especial atención a las señales que nos muestran una disfunción del suelo pélvico masculino, como son: incontinencia urinaria cuando se hace esfuerzo o ejercicio, goteo después de orinar, eyaculación precoz, disfunción eréctil, dolor después de eyacular…

 

 

Si padeces alguno de estos problemas, es muy probable que tu suelo pélvico no esté en plenas facultades. ¡Pero todo se puede prevenir y mejorar! Los ejercicios Kegel para hombres fortalecen el suelo pélvico y, además, tienen múltiples beneficios que pueden mejorar enormemente tu estilo de vida y tu rendimiento sexual. Entre estos beneficios, destacamos:

  • Erecciones más fuertes y duraderas: además del flujo de sangre, la musculatura de tu pelvis también juega un importante papel a la hora de tener y mantener una erección.
  • Controla cuándo quieres eyacular: cuanto más ejercitado y fortalecido esté el músculo pubocoxígeo, más control tendrás sobre tu eyaculación hasta el punto de poder retrasarla y prolongar el tiempo de placer.
  • Mejora los orgasmos: la fuerza del orgasmo está estrechamente relacionada con la fuerza que podamos ejercer sobre el músculo pubocoxígeo. Como os comentábamos, contener la eyaculación el máximo tiempo posible durante el orgasmo hace que disfrutemos de este durante un tiempo más prolongado. En otras palabras, cuando llegues al clímax será más largo y más fuerte.
  • Previene la eyaculación precoz: uno de los principales motivos que provocan la eyaculación precoz es la incapacidad de controlar este músculo. Sin duda, si tenéis este problema, los ejercicios Kegel para hombres os serán de ayuda.
  • Previene la incontinencia urinaria: de la misma manera que podremos controlar nuestros orgasmos, los ejercicios Kegel también nos ayudarán a contraer el músculo con fuerza y evitar las pérdidas de orina involuntarias.

Estos son solo algunos de los beneficios más destacados de los ejercicios Kegel para hombres, pero existen muchos otros. Sin duda, después de leer esto seguro que estáis deseando saber qué tipo de ejercicios debemos hacer para conseguir todos estos beneficios (sobre todo el de los orgasmos potentes, ¿verdad?).

El primer paso es saber identificar el músculo pubocoxígeo del que os hablábamos antes. ¿Un truco? Cuando estéis orinando, intentad detener el chorro. Ese músculo que se contrae es el que deberemos ejercitar. Una vez identificado, pasaremos al siguiente nivel: intentar reconocerlo antes de la eyaculación. Para hacerlo, solo tenéis que apretar ese músculo justo antes de eyacular, como si quisierais cortar el chorro. Ese es el músculo que nos interesa. ¡Perfecto! Ahora, ¿Qué ejercicios nos ayudarán a ejercitarlo?

Sigue estos pasos:

1. Sentado en el borde de la cama, o en una silla, pon las manos sobre las rodillas y separa las piernas ligeramente. En esta posición tu suelo pélvico está relajado.

2. Inclina el tren superior de tu cuerpo hacia delante ligeramente.

3. Contrae el suelo pélvico. ¡Con fuerza! Hazlo con la mayor intensidad posible pero sin llegar a sentir dolor.

4. Mantén la contracción unos segundos. De esta manera, poco a poco va a fortalecerse.

5. Relaja los músculos durante unos segundos. Repite el proceso varias veces seguidas y verás como poco a poco surte efecto.

También existe otro ejercicio con el que podemos fortalecer el suelo pélvico masculino. Este ejercicio quizás os resulte más familiar, su nombre es “Ejercicio de Kegel inverso”.

1. Túmbate boca arriba, con la espalda pegada al suelo y las piernas ligeramente abiertas y flexionadas, con los pies apoyados sobre el suelo. En esta postura, contrae el músculo pubocoxígeo a la vez que elevas la pelvis haciendo fuerza.

2. Mantén la contracción unos segundos. Después, recupera la posición de relajación.

3. Repite este ejercicio como mínimo 10 veces al día.

Sobre todo, no os frustréis a la primera de cambio. Pensad que esto es como ir al gimnasio. Es evidente que una semana no vais a notar cambios significativos, porque la clave es repetición, repetición, repetición. Pero ya veréis de aquí un mes, y dos, y tres. ¡Nos daréis las gracias!