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¿En qué consiste el Pegging?

pegging

¿Sabías que el pegging es una de las prácticas sexuales que más gente quiere probar antes de morir? Según estudios recientes, ha desbancado incluso al trío como fantasía sexual más deseada. Sin embargo, muchas parejas no se atreven a explorarlo por desconocimiento, miedo o tabúes infundados.

El pegging es mucho más que una simple práctica sexual: es una oportunidad para explorar nuevas sensaciones, romper con los roles tradicionales, fortalecer la comunicación en pareja y experimentar orgasmos más intensos. Si sientes curiosidad pero no sabes por dónde empezar, esta guía completa te explica todo lo que necesitas saber para disfrutarlo de forma segura y placentera.


 

¿Qué es el Pegging?

El pegging es una práctica sexual en la que una persona con vulva penetra analmente a una persona con pene utilizando un dildo sujeto a un arnés erótico. Es un intercambio de roles donde quien normalmente es penetrada toma el papel activo.
Importante: Aunque tradicionalmente se asocia con parejas heterosexuales, el término pegging se usa hoy para cualquier persona (de cualquier género) que penetra analmente a alguien con pene usando un arnés con dildo.

 

¿Por qué el Pegging es tan placentero?

1. Estimulación del Punto P (Próstata).

La razón científica principal es porque estimula el Punto P o próstata, el equivalente masculino al Punto G femenino.

¿Qué es el Punto P?

Es una glándula del tamaño de una nuez ubicada a unos 5-7 cm dentro del recto, está llena de terminaciones nerviosas muy sensibles y su estimulación puede producir orgasmos extremadamente intensos.

Como dato, los orgasmos mediante estimulación prostática son descritos como más profundos, duraderos y de “cuerpo completo” comparados con los orgasmos por estimulación genital exclusiva.

2. Intercambio de roles.

  • Para quien penetra (normalmente la mujer):
    • Experimenta lo que se siente al tener el “control” en la penetración.
    • Vive una sensación de empoderamiento y dominio.
    • Puede obtener estimulación del clítoris desde la base del dildo o usar vibradores adicionales.
  • Para quien es penetrado (normalmente el hombre): 
    • Se permite ser vulnerable y entregarse completamente.
    • Experimenta el placer desde la perspectiva receptora.
    • Conecta con su cuerpo de una forma totalmente nueva.
    • Rompe con la presión del “rol masculino activo”.

3. Rompe con la rutina sexual.

Después de años en pareja, la rutina puede instalarse: los mismos preliminares, las mismas posiciones, el mismo final. El pegging introduce:

  • Novedad absoluta.
  • Sensaciones completamente nuevas.
  • Una dinámica diferente.
  • Conversaciones y planificación que generan anticipación.

 

Desmontando mitos sobre el Pegging.

MITO 1: “SI UN HOMBRE DISFRUTA DEL PEGGING, ES GAY”

Completamente falso. La orientación sexual se define por hacia quién sientes atracción. NO por qué prácticas sexuales disfrutas. El ano es una zona erógena con miles de terminaciones nerviosas en TODAS las personas, independientemente de su orientación.

MITO 2: “EL PEGGING ES DOLOROSO”.

Falso si se hace correctamente. El dolor en el sexo anal suele provenir de: ir demasiado rápido, no utilizar suficiente lubricante, tensión por miedo o no calentar/dilatar previamente. Con la preparación adecuada, comunicación y paciencia, el pegging NO debe doler. Si duele, hay algo que se está haciendo mal.

MITO 3: “ES UNA PRÁCTICA EXTRAÑA O POCO COMÚN”.

Falso, cada vez es más común.

MITO 4: “SOLO LO PRACTICAN PERSONAS CON MUCHA EXPERIENCIA”.

Falso. El pegging es accesible para cualquier pareja que tenga curiosidad, buena comunicación, paciencia y los productos adecuados. No requiere experiencia en BDSM ni en prácticas “extremas”.

 

Lo que necesitas para practicar Pegging.

1. El arnés (Strap-on).

Existen de diferentes tipos:

  • Arnés de cintura con correas. Es el más común, permite cambiar el dildo fácilmente y se pueden ajustar a diferentes tallas.
  • Arnés sin correas (strapless). Un extremo se inserta en la vagina y el otro penetra. Estos arnés requieren fuerza en los músculos del suelo pélvico y proporciona estimulación vaginal simultánea. Este tipo NO se recomienda para principiantes.

Consejos de compra:

  • Elige uno que sea ajustable.
  • Que tenga anillas en forma de O para sujetar el dildo.
  • Fabricado en materiales transpirables.
  • Pruébatelo antes de usarlo en pareja.

 

2. El Dildo.

Posiblemente la decisión más importante.

Para principiantes:

  • Tamaño pequeño o mediano (15-18 cm de largo, 3-4 cm de diámetro).
  • Forma ligeramente curva para estimular la próstata.
  • Material suave (silicona médica).
  • Base amplia compatible con arnés.
  • Textura lisa.

 

3. Lubricante.

NO es opcional. El ano no lubrica naturalmente como la vagina, por lo que necesitas una lubricación extra abundante.

Lo recomendable es utilizar un lubricante anal con base de agua. Ya que son compatibles con todos los materiales.

Cantidad: Mucho más de lo que crees necesario, Aplica generosamente y reaplica constantemente,

NUNCA utilices:

  • Cremas anestésicas. El dolor es una señal de alarma necesaria.
  • Aceites con preservativos de látex.
  • Saliva. Se seca rápido y no es suficiente.

 

4. Juguetes de preparación (Opcional pero recomendado).

  • Plugs anales. Utilízalo días antes del pegging para ir acostumbrando al ano gradualmente. Están disponibles en diferentes tamaños.
  • Masajeadores prostáticos. Para explorar la estimulación del Punto P y familiarizarte con las sensaciones.

 

Cómo practicar Pegging: Guía paso a paso.

Paso 1. Comunicación y consentimiento (IMPRESCINDIBLE).

Antes de comprar nada, debéis hablar abiertamente y responder preguntas como: ¿por qué nos interesa probar el pegging?, ¿Qué esperamos de esta experiencia?. ¿Hay algún miedo?, ¿Estamos los dos al 100% cómodos con la idea?

Una vez hechas las preguntas, el consentimiento debe ser explícito, tenéis que tener ganas y podéis revocar la decisión en cualquier momento.

Estableced una palabra de seguridad: Por ejemplo, el sistema de semáforo:

  • Verde: “Sigue, me gusta”.
  • Amarillo: “Ve más despacio, frena un poco”.
  • Rojo: “Para inmediatamente”.

Paso 2. Preparación previa (Días antes de la práctica).

  • Familiarízate con los juguetes: quien use el arnés debe probarlo, ajustarlo y practicar movimientos básicos para ganar confianza.
  • Exploración anal individual: la persona que será penetrada puede explorar su cuerpo con calma, empezando con un dedo o un pequeño plug, para conocer sensaciones y límites.
  • Higiene: una ducha previa suele bastar, pero si se desea, puede usarse una pera de lavado anal para mayor tranquilidad.

Paso 3. El Día D – Preparación inmediata (30-60 mins).

  • Cread un ambiente íntimo y cómodo: privacidad total, habitación cálida, luz suave y todo lo necesario a mano (toallas, lubricantes, juguetes…).
  • Dedicad tiempo a los preliminares (20-30 mins): besos, caricias y estimulación prolongada ayudan a relajar el cuerpo y aumentar la excitación.
  • Para el calentamiento anal: aplica lubricante y masajea suavemente la zona antes de penetrar. Cuando el ano se relaje, introduce la punta del dedo poco a poco, déjalo quieto y deja que el cuerpo se acostumbre. Después, muévelo suavemente y añade un segundo dedo cuando el primero entre con facilidad. Avanza poco a poco dejando que el cuerpo se adapte.
  • Sabrás que estás listo cuando el cuerpo responda con relajación, placer y deseo de continuar, sin molestias ni tensión.

Paso 4. Primera penetración con arnés.

Posición recomendada: El Misionero Elevado

Permite contacto visual, comunicación y control de la profundidad por parte de quien es penetrado.

  • Coloca una almohada bajo las caderas, aplica abundante lubricante en el dildo y en el ano, y avanza MUY despacio, dejando que el cuerpo se relaje y reciba de forma natural.
  • Comunicación constante: si hay dolor o incomodidad, detente, añade más lubricante y respira. Si el malestar continúa, parad y retomad otro día.
  • Una vez dentro, permanece quieto unos segundos, deja que el cuerpo se adapte y comienza con movimientos suaves, aumentando el ritmo poco a poco según la respuesta y el placer mutuo.

Paso 5. Encontrando el ritmo.

  • Comienza con movimientos lentos y controlados: entradas suaves, embestidas cortas o rotaciones de cadera.
  • Profundiza solo cuando haya plena comodidad: experimenta con distintos ángulos (inclinar hacia adelante suele estimular mejor la próstata) y mantén siempre la comunicación.
  • Puedes añadir estimulación manual o con vibradores para intensificar el placer: sabrás que todo va bien cuando haya relajación, gemidos y deseo de continuar.

 

Las mejores posiciones para Pegging.

1. El misionero elevado (ideal para principiantes).

  • Persona penetrada: boca arriba, almohada bajo caderas y rodillas al pecho.
  • Persona que penetra: de rodillas, frente a su pareja.

Ventajas: Esta postura favorece el contacto visual, facilita la comunicación y el control de la profundidad y es menos intimidante.

 

2. El perrito (clásica).

  • Persona penetrada: a cuatro patas.
  • Persona que penetra: de rodillas detrás.

Ventajas: Esta postura ofrece el ángulo perfecto para estimular la próstata y conseguir una penetración profunda. Ofrece control total a la persona que penetra.

Desventajas: Es más profunda (puede ser intensa para principiantes) y ofrece menos contacto visual.

 

3. Cucharita (muy íntima).

  • Ambos de lado, en la misma dirección.
  • La persona que penetra abraza por detrás.

Ventajas: Es una postura muy íntima y romántica, que permite acariciar todo el cuerpo y practicar una penetración suave y controlable.

Desventajas: Ofrece menos profundidad y el ángulo puede ser complicado.

 

4. Cowboy/Vaquero (control total para quien es penetrado).

  • Persona que penetra: tumbada boca arriba.
  • Persona penetrada: se monta encima (de cara o de espalda).

Ventajas: esta postura ofrece un control absoluto de la profundidad y ritmo. Además puede estimularse el pene simultáneamente y es una buena opción para explorar qué ángulos buscan más.

Desventajas: requiere más esfuerzo físico y puede ser intimidante al principio.

 

Consejos para que practicar pegging sea un éxito.

PARA QUIEN RECIBE.

  • Antes. Vacía el intestino, evita comidas pesadas y relájate tanto física como mentalmente. Habla abiertamente sobre tus límites y expectativas.
  • Durante. Respira, relaja los músculos y comunica cada sensación. Usa todo el lubricante que necesites y combina la estimulación anal con caricias o masturbación si lo deseas.
  • Después. Limpia la zona con suavidad y recuerda que cierta sensibilidad o sensación de querer evacuar es normal y pasajera.

 

PARA QUIEN PENETRA.

  • Antes. Practica con el arnés y prepara todo a mano.
  • Durante. Avanza despacio, pregunta constantemente cómo se siente la otra persona y usa abundante lubricante. Evita imitar el ritmo del porno: el movimiento debe ser controlado y consciente.
  • Después. Hablad sobre cómo os habéis sentido y qué se puede mejorar, lo importante es disfrutar y aprender juntos.

 


El pegging es una práctica sexual legítima, placentera y cada vez más popular que ofrece beneficios físicos, emocionales y relacionales. No es “raro”, “extremo” ni dice nada sobre la orientación sexual de quien lo practica. Puede transformar tu vida sexual, fortalecer tu relación y llevarte a experimentar orgasmos que nunca imaginaste. La clave está en dejarse llevar, comunicarse y disfrutar del proceso de exploración juntos.

¿Listo para dar el paso?