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Cinturones de castidad y jaulas para pene. ¿Abstinencia o morbo?

cinturones de castidad

Históricamente, los cinturones de castidad han sido unos elementos de tortura para reprimir la sexualidad de hombres y mujeres desde hace siglos. En el siglo XIX ganaron mucha popularidad en Inglaterra, y básicamente sirven para evitar que hombres y mujeres, al estar separados de sus parejas, tengan tentaciones de engañarles con otras personas.

Así, los cinturones de castidad eran un objeto de represión y castigo, una manera de tener controlada a la otra persona de manera tóxica y posesiva al obligarles a cubrirse los genitales. Sin embargo, en la actualidad se ha reinventado el concepto, el mundo BDSM le ha dado la vuelta y los cinturones de castidad se han convertido en un juguete sexual muy popular en el mundo del fetiche

Pueden parecer una locura, pero a veces las cosas locas son las más excitantes. 

La moda ha llegado a tal punto que muchas marcas han empezado a lanzar sus propias versiones. Por ejemplo, las ManCage de Shots son unas jaulas para pene fabricadas con policarbonato y silicona. Están formadas por tres partes que encajan a la perfección, diseñadas para introducir el pene en un anillo y una jaula que imposibilita la erección. Una vez se coloca el aparato, se cierra con un candado para que el hombre que la lleve no pueda quitársela. El morbo de la situación recae en quien guarda la llave, que tiene el poder y el conocimiento de que esa persona no puede tener sexo ni erecciones mientras no abras la jaula.

Los materiales con los que están fabricadas son totalmente seguros, y el diseño permite una higiene correcta, disponiendo de un orificio para orinar y unos anillos muy cómodos. El hecho de que la erección no sea posible hace que, una vez se quita la jaula, esta sea mucho más intensa y preparada para tener un orgasmo explosivo.

Pero Shots no es la única marca que se ha subido al carro de la abstinencia morbosa. Pipedream, una marca bastante presente en Sex Toys Center, también ha sacado a la venta productos orientados a este tipo de prácticas. Por ejemplo, el Fetish Fantasy Cock Cage tiene una forma de jaula aún más evidente, y al estar fabricado en metal hace que el fetiche del juguete sea aún más convincente. No tiene un agujero para orinar, por lo que el uso prolongado no está recomendado.

Este producto de Pipedream se adapta tanto a usuarios experimentados como a amateurs, y se adapta a todas las anatomías. Similar a las ManCage de Shots, también dispone de un candado para cerrar el pene y varios anillos para adaptar al máximo la experiencia. Las erecciones pueden ser ligeramente dolorosas, pero aquí entra en juego el grado de BDSM al que se esté dispuesto a llegar.

Las jaulas para pene y los cinturones de castidad pueden parecer una locura, pero a veces las cosas locas son las más excitantes. Si tienes ganas de jugar con tu pareja, y de mutuo acuerdo decidís poner en práctica este tipo de juegos morbosos, puede resultar una manera fantástica de romper la rutina y llevar el placer del sexo más allá.

Aparte del placer de tener sexo después de un tiempo de abstinencia, la persona que guarda la llave, como os decimos, cambia la gratificación sexual por un poder óptimo muy satisfactorio y excitante. ¿Os atrevéis a probarlo?