Productos eróticos, Vibradores

Adrian de Pretty Love: estimulación desde dentro

adrian

¿Has probado alguna vez un juguete erótico cuya estimulación venga desde dentro? Si la respuesta es no, es porque aún no has probado a Adrian, de Pretty Love. Ya os habíamos hablado de otros productos de esta marca, como por ejemplo el vibrador Elton, y hoy es el turno de Adrian.

Cuando decimos que la estimulación de este vibrador de conejito viene desde dentro queremos decir que, aparte de la vibración que tiene cualquier otro vibrador, incluye una funcionalidad bastante única: rotación de bolas internas.

Es decir, Adrian tiene una serie de bolas por dentro que, al pulsar el botón de rotación en los controles, empiezan a girar y golpearse entre sí, generando un relieve en el vibrador que consigue aumentar aún más la estimulación recibida.

Las bolas se mueven en curva, de arriba abajo recorriendo la superficie del juguete, dándote caricias mientras lo utilizas y jugando con tus zonas erógenas. La punta del juguete, por otro lado, también ejerce un movimiento de muelle arriba y abajo, para llegar aún más dentro de ti y hacerte disfrutar de placer.

Con los controles de Adrian puedes regular la vibración que ejerce y el movimiento de las bolitas del interior. Tiene hasta 12 funciones de vibración, y 4 modos de rotación de las bolas, para que puedas ajustar su funcionalidad acorde con tus preferencias y combinarlos como prefieras para llegar al clímax.

Adrian mide 26,7 cm y tiene 3,4 cm de grosor, es recargable por USB y está fabricado con silicona, con ciertos relieves imitando las venas del pene. Como cualquier vibrador de conejito, con Adrian se consigue una estimulación todoterreno de las zonas erógenas femeninas (clítoris, punto G, labios y vagina), pero además esta resulta bastante novedosa con respecto a lo que las usuarias están acostumbradas gracias a la tecnología de las bolitas y los patrones de vibración.

Con este juguete erótico podrás tener experiencias sexuales de lo más satisfactorias. Estamos seguros de que no te va a defraudar, porque de amante tiene hasta el nombre: Adrian.