Consejos y Sugerencias

5 técnicas para realizar el cunnilingus perfecto

cunnilingus

El cunnilingus o sexo oral femenino, el gran maltratado (¡e incluso el gran olvidado!) del sexo oral. Ya sea por falta de experiencia, de práctica, por miedo, por respeto, por vergüenza, o por los nervios y la presión propia por dar la talla en una situación tan delicada, lo cierto es que pocas son las personas que pueden presumir de realizar buenos cunnilingus. ¡Y no pasa nada! Nadie nace sabiendo, y para eso estamos nosotros aquí, para contaros algunos trucos y secretitos sobre cómo realizar el cunnilingus perfecto y hacer que vuestra pareja sexual alucine.

El sexo oral es casi un imprescindible para lograr el orgasmo femenino, ya que está demostrado que solamente mediante la penetración es muy difícil llegar al éxtasis.

El sexo oral es casi un imprescindible para lograr el orgasmo femenino, ya que está demostrado que solamente mediante la penetración es muy difícil llegar al éxtasis. No es de extrañar entonces que las mujeres valoren tanto encontrar un compañero o compañera sexual que sea capaz de practicar un buen cunnilingus. Lo cierto es que no hay una sola manera correcta de hacerlo. Por este motivo, os vamos a explicar 5 técnicas distintas que os pueden ayudar a dar en la tecla y hacer que vuestra pareja tiemble de placer.

1. La confiable

Si el sexo de tu pareja entra dentro de los estándares en cuando a sensibilidad (ni súper sensible, ni súper insensible), el mejor cunnilingus empezará con suaves estímulos por los labios hasta llegar al clítoris. Humedecemos el clítoris con suavidad, aumentando progresivamente la presión con la lengua y la velocidad. El secreto está en ir variando el sentido de los giros con la lengua y observar cómo reacciona nuestra pareja para saber si vamos bien encaminados de esta manera. Piensa que el simple hecho de cambiar el movimiento vertical por el horizontal puede aumentar mucho la excitación…

2. La pluma

Si tu pareja tiene extrema sensibilidad en sus partes íntimas, lo mejor es usar la lengua como si fuera una pluma que acaricia con delicadeza (con extrema delicadeza) cada rincón desde los labios inferiores hasta el clítoris. Una vez haya lubricado lo suficiente, una buena opción es ir alternando movimientos circulares suaves con los dedos y la lengua para más excitación.

3. El succionador humano

Aunque nuestra boca no posea lo último en tecnología succionadora, podemos proporcionar mucho placer mediante succiones delicadas mientras deslizamos la lengua intensa pero lentamente por el clítoris. Hay mujeres que prefieren más presión y movimientos más rápidos alrededor de la vulva y el clítoris, por eso es bueno alternar este ritmo con succiones, juntando nuestros labios y absorbiendo con la boca. Este truco sirve para que el nivel de excitación no disminuya y tu boca no se canse tan rápido.

Para ello, también es una gran idea complementar el cunnilingus con algún pequeño estimulador del punto G (o no tan pequeño). Un vibrador sencillo, una bala vibradora, un huevo con mando a distancia (que puede controlar ella misma) e incluso unas bolas chinas, que además de dar placer ejercitan el suelo pélvico.

4. El jinete invertido

Cambiamos de posición. Tú te tumbas boca arriba y es ella la que se coloca encima para recibir el cunnilingus. En este caso, podríamos decir que es ella la que maneja el ritmo y la intensidad del asunto, pero tú también jugarás un importante papel en potenciar al máximo su excitación. En esta posición, tus manos quedan completamente libres para jugar. Agarra con fuerza el culo de tu pareja, juega con tus dedos donde te apetezca, acaricia sus piernas sensualmente hasta llegar a la ingle…

5. A por todas

Si ya conocemos a la perfección el ritmo que prefiere nuestra pareja, la intensidad, la presión, los puntos claves, los trucos que no fallan… ¿Habéis probado a combinar el cunnilingus con la estimulación anal? En el momento clave de máxima excitación, la estimulación anal puede hacernos llegar a un nivel de placer más intenso y experimentar un orgasmo fuera de lo normal.

Solo debemos asegurarnos de disponer de un buen lubricante para que la estimulación sea lo más húmeda y placentera posible. Aunque puestos a jugar, ¿qué tal si pruebas con una tira anal, un plug, o algún otro masajeador anal?