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¿Estás preparadx para tener una relación abierta?

¿Estás preparadx para tener una relación abierta?

Cada día son más habituales y hay más información sobre las relaciones abiertas, es decir, las relaciones en las que sus integrantes acuerdan poder tener relaciones sexuales con otras personas. En nuestro artículo sobre las relaciones abiertas, ya hablamos de sus ventajas e inconvenientes pero… ¿Estás preparadx para tener una relación abierta?

Cómo saber si estás preparadx

Hacer la transición de la monogamia a una relación de este tipo puede generar algunas preguntas: cómo sé si es adecuado para mí, cómo se lo digo a mi pareja, puedo decirlo públicamente, sentiré celos, es lo correcto…

Sin embargo, antes de entrar en estos temas, te sugerimos reflexionar sobre las siguientes cuestiones.

  • El significado del sexo para ti y tu pareja.

Cada persona le da una importancia diferente al sexo. Para algunas, el sexo va vinculado inevitablemente a los sentimientos y la relación afectiva con la otra persona, y para otros, puede llegar a ser un tema únicamente físico/sexual sin tener que involucrar sentimientos. Para que este tipo de relación funcione, la relación entre amor y sexo no tiene que estar imprescindiblemente unida para ninguno de los componentes de la pareja.

  • La gestión de los celos.

Debes tener en cuenta cómo crees que te sentirías si tu pareja tiene relaciones sexuales con otra persona, si te va a importar o no. Si crees que en algún momento te puede molestar, debes pensar de antemano cómo gestionarlo.

  • ¿Cuál es el motivo de querer abrirla?

Pregúntate si tienes necesidades sexuales insatisfechas. Si es así, quizás no es necesario abrir la relación, a veces intentando innovar con tu pareja es suficiente. Te recomendamos probar a introducir algún juguete sexual en tu rutina o compartir tus fantasías eróticas con tu pareja.

  • Cuáles son tus prioridades en esta relación.

Es muy importante saber lo que buscas y tus prioridades en esta relación. Según ellas, vas a poder decidir mejor sobre el tipo de relación que quieres. Preguntas como “¿hacia dónde va?” pueden ser necesarias para encontrar el rumbo que quieres seguir.

  • Qué busca tu pareja.

Finalmente, hace falta saber si los dos miembros estáis en el mismo punto. Cuando hayas pensado en todas estas cuestiones, debes averiguar si tu pareja piensa de la misma forma para ver si puede funcionar o no.

Consejos antes de dar el paso. 

Si tu pareja no está lo suficientemente abierta a otros modelos de relación, no te precipites. Es mejor empezar haciendo un trabajo de deconstrucción de cómo debe ser una pareja y explicarle otros modelos que pueden funcionar. Nunca se debe presionar a nadie a tener un tipo de relación que no quiera, hay que respetar los tiempos de cada uno, y sus necesidades.

Finalmente, una relación abierta no resuelve ninguna crisis de pareja. Abrir la pareja para arreglarla no suele funcionar, ya que este proceso requiere muchísima comunicación y confianza con la otra persona. En estos casos es recomendable solucionar primero el problema y después pensar si aún se quiere abrir.

Plantear una relación abierta.

A menudo, cuando se quiere plantear cambiar el tipo de relación, entran muchos miedos, probablemente por la normalización social de la monogamia y los prejuicios alrededor de otro tipo de relaciones. Por ello, lo primero siempre es tener claro que el concepto de fidelidad es importante, pero está basado en los acuerdos a los que llegue cada pareja y que puede tener mil aspectos diferentes.

Si hay una buena comunicación con la otra persona, una vez ésta entiende qué es y cómo funcionan las relaciones abiertas, va a ser más fácil llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes. Se debe comentar con naturalidad, planteando los motivos, los miedos, las dudas… e informarse bien. Con mucha comunicación y honestidad podréis llegar a vuestro acuerdo. ¿Y tú, ya te ves preparadx para plantearte una relación abierta?