dormir desnudo

Los múltiples beneficios de dormir desnudo

Irse a dormir desnudo es una costumbre muy recomendable. Especialmente en verano, son muchas las personas que prefieren irse a la cama sin ropa. Sin embargo, los especialistas animan a mantener este hábito durante todo el año por sus beneficios para nuestra salud física y mental.

¡Mejor ánimo!

Una de las principales cualidades que se atribuye a dormir desnudo es que puede ayudarnos a conciliar mejor el sueño. Es un aliado contra el insomnio y contra el estrés. Las personas que duermen sin ropa suelen despertarse al día siguiente con la sensación de haber descansado mejor, lo que se traduce en mejor ánimo y positividad.

Quema más grasa

Los estudios señalan que dormir desnudo ayuda a regular nuestra temperatura corporal lo cual hace que el sueño sea más placentero y reconfortante. Al dormir sin ropa, se favorece la activación de la ‘grasa marrón’, perdiendo peso a un ritmo mucho más rápido que en condiciones más cálidas.

Te mantiene joven

Uno de los efectos de una correcta regulación de la temperatura corporal es que las hormonas anti-envejecimiento y la melatonina se liberan más fácilmente. Estas sustancias que segregamos de forma natural por la noche colaboran a regular los ciclos de sueño. Dormir desnudo es una manera genial de asegurarnos una temperatura del cuerpo idónea y un organismo más joven.

Tu piel lo agradecerá

Pasamos todo el día vestidos. Así que si evitamos el pijama contribuimos a mantener la piel más sana, ya que sin ropa dejamos que esta respire mejor. De este modo, durante la noche se reactiva la renovación de células muertas, consiguiendo así una piel más tersa, bonita y saludable.

Previene enfermedades

Por si todo esto fuera poco, irse a dormir desnudo puede además ayudarnos a prevenir enfermedades diversas: aumento de la presión arterial y colesterol, infecciones en los órganos sexuales (como los hongos, ya que son más propensos en condiciones de calidez y sin aire), enfermedades cutáneas, problemas de circulación (el roce, los pliegues y la presión de las gomas o telas de los pijamas pueden interferir en la buena circulación de la sangre). Además, dormir con pijama o mantas pesadas obstaculiza la liberación de la hormona del crecimiento, perjudicando el proceso de reparación de huesos, músculos y piel que se lleva a cabo durante la noche.

Más autoestima

El hábito de vernos cada día al natural cuando nos vamos a dormir puede ser un detalle clave para reforzar nuestra autoestima y seguridad. Es un consejo muy útil para deshacernos de complejos, dejando de escondernos, aceptándonos y queriéndonos.

Acompañados, aún mejor

Pasión, placer, relajación, complicidad… Estar piel con piel nos aporta infinidad de beneficios no solo a nivel sensorial, sino también de salud y felicidad. Propicia que tengamos más sexo, previene la bajada de la libido, tocar y ser tocados nos relaja y elimina el estrés, aumenta el vínculo y la conexión entre las personas… En definitiva, mejora nuestra vida sexual y nuestros lazos.