cine y erotismo

Cine y sexo: ¿por qué no?

El cine y el sexo siempre han ido juntos de la mano. En muchísimas películas, el sexo es un tema, si no central, bastante importante en la trama. Esto ocasiona que muchas de las escenas míticas de la historia del cine, esas que todo el mundo recuerda, tengan un carácter altamente afrodisíaco, y sean reveladoras de nuestras más profundas pasiones y fantasías.

En el artículo de hoy os vamos a recordar cuatro escenas eróticas de la historia del cine para que podáis recrearlas en pareja y convertiros en vuestros personajes favoritos por un día. Porque… ¿quién no ha soñado con estar en ese Renault donde Jack y Rose empañan los cristales por el calor de su encuentro?

Y con esta película empezamos. Titanic (1997) es un clásico del cine, y todos conocemos la historia de amor que viven sus protagonistas. La pasión se desata entre ambos amantes mientras huyen de sus perseguidores. El morbo que les produce el poder ser descubiertos les excita aún más, y acaban haciendo el amor en un coche. Aunque no estéis en el transatlántico más grande del mundo, una buena sesión de sexo en el coche puede ser buena para calentar motores.

Otra escena mítica en nuestra cultura cinematográfica es el modelado de arcilla de Sam y Molly en Ghost (1990). El erotismo es otra forma de arte, y en esta situación ambos amantes comparten un momento de complicidad mientras dan forma a una figura de barro que les hará mancharse las manos y acabar entregándose a la pasión y acariciarse cual jarrón en un torno.

Para seguir con los clásicos, no podemos obviar a Angelina Jolie y Brad Pitt en Sr. Y Sra. Smith (2005) y su coito post-discusión. Después de romper media casa en una fogosa pelea casi a muerte, la pareja se funde en un amasijo de pasión y ferocidad que culmina con ambos estirados en el suelo. Cuando tengáis una discusión u os peleéis, ¿qué mejor que solucionarlo con un buen sexo de reconciliación?

Por último, pero no menos importante, haremos mención a un filme más reciente: 50 sombras de Grey (2015). Si bien es cierto que la película está plagada de escenas picantes, lo más interesante de estas es su carácter BDSM. Tanto si sois una pareja más bien tradicional que ha caído en la rutina como si sois de esos que quieren experimentar, una buena sesión de sexo duro puede descubriros un mundo nuevo.

Así pues, liberad a los actores que lleváis dentro y sobre todo ensayad muchísimo. Quién sabe, si lo grabáis… ¡igual hasta os lleváis un Oscar!